Ante la creciente demanda de usuarios y deportistas sobre prendas deportivas sin costuras, en la industria de la confección hemos empezado a escuchar el término “seamless”. Exploremos más sobre este concepto y cómo puede ser aplicado correctamente en nuestras empresas.
“Seamless” se refiere a un proceso de fabricación en maquinas tubulares que confeccionan la prenda terminada en una sola pieza, sustrayendo el uso de costuras tradicionales. Sus ventajas: eliminación de la costura que puede produce rosaduras, irritabilidad y marcación en la piel. Este tipo de prendas suelen ser ideales para actividades como el yoga, estiramiento y ejercicios de mediana intensidad.
Algunos retos son la falta de compresión ideal para deportes de alta intensidad, pues como bien se sabe, la compresión ayuda a una eliminación más rápida del ácido láctico del músculo, contribuyendo con la recuperación muscular del deportista. Por otro lado, al ser una producción en serie, se disminuyen las oportunidades para la personalización y variedad en los diseños.
Por otro lado, conozcamos el “seamless bonding”, un proceso en el que a través una máquina de ultrasonido y una cinta, se logran superponer diferentes capas de tela para unir áreas específicas como la entrepierna, logrando el mismo look seamless sin arriesgar la compresión. Con esta técnica, se construye un mayor número de prendas personalizadas, ser más propositivo en diseño y confección, utilizar estampación y textiles con textura davos de Lafayette Sports, dándole personalidad a la marca.
Sin duda, estos procesos pueden ser beneficiosos a la hora de producir prendas deportivas. El entendimiento de estas diferencias conduce a ser más propositivo de cara a los clientes, a desarrollar prendas que responden a la necesidad de uso, y a ayudarles a tomar decisiones más informadas a la hora de elegir.